No todos los traductores son iguales: según su formación y especialización, podemos distinguir diversos tipos como traductores generalistas, intérpretes, traductores audiovisuales, traductores jurados, traductores técnicos, traductores literarios… ¿Sabes a quién recurrir para cada tipo de traducción?
En artículos anteriores, ya hemos explicado que la traducción es una actividad fundamental que mueve miles de millones en el mundo e incluso cuenta con su propio Día Internacional de la Traducción, celebrado recientemente. También hemos visto cómo, a pesar de la mejora de las tecnologías de traducción automática, vamos a seguir necesitando traductores para rato. En esta ocasión, queremos centrarnos en un aspecto que no siempre es conocido por el público: los diferentes tipos de traductores que existen y las funciones especializadas que hace cada uno de ellos.
Según el Diccionario de Oxford, un traductor es la «persona que traduce de una lengua a otra, en especial si se dedica a ello profesionalmente». Esta definición se nos queda un poco corta, porque sería como decir que un médico es cualquiera que sepa poner una tirita… Para ser traductor se requiere, además de un completo dominio de las lenguas a las que se traduce, contar con una formación especializada. En España, estos estudios tienen rango universitario y consisten en la licenciatura de Traducción e Interpretación, que tiene una duración de cuatro años.
Esta formación no es obligatoria para ejercer como traductor, lo cual provoca que lamentablemente exista mucho intrusismo en el sector de la traducción. El resultado son traducciones de baja calidad que incluso serían graciosas… si no fuera porque suponen un fraude y una falta de respeto al cliente que ha pagado por ellas.
Como su propio nombre indica, la carrera de Traducción e Interpretación forma a dos tipos de profesionales: los traductores y los intérpretes. ¿Cuál es la diferencia?
Un traductor es el profesional que se dedica a la traducción escrita de todo tipo de textos y puede especializarse en diferentes campos, como veremos más adelante. Por su parte, un intérprete es el profesional especializado en la traducción oral, es decir, de palabra. Dentro de este segundo ámbito, existen las siguientes dos categorías:
Los buenos intérpretes van muy buscados, porque ser capaz de traducir un discurso en tiempo casi real de forma fidedigna y comprensible es muy complicado. ¡Solo hay que ver lo mal que traducen las declaraciones en muchas radios y televisiones!
Hay otra categoría de traductores e intérpretes que requiere una titulación adicional a la que ofrecen las facultades. Se trata de los traductores e intérpretes jurados, unos profesionales que se especializan en realizar las traducciones oficiales que son necesarias para determinados trámites en los organismos públicos. Como si fueran una especie de «notarios del idioma», los traductores jurados certifican la exactitud de la traducción o interpretación que realizan y asumen esa responsabilidad a efectos legales. Para ser traductor o intérprete jurado hay que obtener un título que expide el Ministerio de Asuntos Exteriores y requiere superar un examen bastante exigente.
Ahora que ya hemos visto la diferencia entre traductor e intérprete, es la hora de profundizar en las clases de traductores de texto escrito que existen. Normalmente, cuando acaban sus estudios, a todos los traductores les surge la misma duda: ¿es mejor ser un traductor generalista o un traductor especializado? Los traductores generalistas en principio pueden traducir textos de cualquier tipo, siempre que no requieran un conocimiento muy especializado. Es una buena forma de estar abierto a las diferentes oportunidades laborales, pero también hay una mayor competencia.
Por su parte, los traductores especializados se centran en materias específicas, que pueden ser muy variadas. Esto tiene la ventaja de que no todo el mundo puede traducir textos en estos campos, lo que hace que su trabajo sea más valorado y esté mejor pagado. La desventaja es que, si su nicho de mercado es muy pequeño, el volumen de trabajos disponibles se reduce y es necesario ampliarlo o reciclarse.
Entre los tipos de traductores especializados que existen, destacan los siguientes.
Como puedes ver, existen muchos tipos de traductores y cada uno tiene su campo de trabajo específico. Como en cualquier disciplina, elegir a un traductor profesional, con la formación adecuada y experiencia en tu sector, es la mejor garantía de que obtendrás resultados de calidad que transmitirán la mejor imagen de tu negocio.
En este sentido, en Nativos tenemos una amplia experiencia en traducciones al inglés de documentos, traducción audiovisual, traducciones de marketing y traducción de sitios web de muchos sectores. Siempre trabajamos con traductores de inglés profesionales, titulados y con experiencia. ¡Pide presupuesto a nuestra agencia de traducción en Barcelona sin compromiso!
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